El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, pidió este viernes a sus compatriotas viajar y conocer su país, en especial, sus ricos ecosistemas como la Amazonía o el Pantanal, antes que ir al Museo del Louvre, en París, o a Disneyland.

"Necesitamos intermediar un poco para que, en vez de que nuestro pueblo quiera viajar para ir al Museo del Louvre, en París, o a Disneyland, que es muy importante, quiera conocer Brasil“, declaró el mandatario en un acto en la fábrica de la empresa aeronáutica brasileña Embraer, en el municipio de São José dos Campos.

El mandatario reivindicó así la necesidad de impulsar la aviación regional, sector en el que Embraer es líder mundial, y para ello se comprometió a hablar con las aerolíneas para intentar convencerlas de que apuesten por los aviones de corta y media distancia.

“Necesitamos tener vuelos regionales, como tiene el mundo entero, para poder volar internamente” con más frecuencia, afirmó el líder progresista durante su discurso, que pronunció equipado con una gorra de comandante de vuelo.

Para Lula, en un momento en que el mundo discute la crisis climática y sus impactos en el día a día, “es importante que los jóvenes brasileños conozcan los biomas brasileños”, como la Caatinga, el Pantanal, el Bosque Atlántico o la Amazonía.

“Las personas pasan por encima de la Amazonía (durante los vuelos), pero van a Estados Unidos y Europa. Y nosotros tenemos la culpa, Gobierno, empresarios, ministros… porque si no activamos la necesidad de conocer el país en la cabeza de la gente, las personas no van”, ponderó.

El dirigente del Partido de los Trabajadores (PT) reconoció que esos paraísos de la naturaleza tienen un déficit de infraestructuras que hace más complicado llegar y hospedarse allí, pero insistió en que es importante “cambiar el comportamiento” del turista nacional.

Acompañado por varios de sus ministros, Lula visitó este viernes las instalaciones del Instituto Tecnológica de la Aeronáutica y la sede de Embraer, en São José dos Campos, en el interior del estado de São Paulo.

También encabezó una ceremonia en la que la aerolínea brasileña Azul anunció que encargó a Embraer trece aeronaves del modelo 195-E2 para este año, por 3.000 millones de reales (590 millones de dólares o 550 millones de euros).

Azul es la única compañía aérea regular brasileña que opera aviones comerciales de última generación de Embraer.

En este contexto, el ministro de Puertos y Aeropuertos de Brasil, Silvio Costa Filho, prometió trabajar para que más aerolíneas nacionales compren más aviones Embraer, pues “del 100 % de la flota brasileña, solo el 12 % son aeronaves de Embraer”.

LÓPEZ DÓRIGA