La humanidad al igual que los animales por lo menos, tomamos decisiones cotidianamente. Las decisiones con información científica no son algo nuevo, sino que tienen una larga historia que se remonta a la antigüedad. Algunos ejemplos de cómo la humanidad ha usado la información científica para tomar decisiones son la democracia ateniense, que se basaba en el debate racional y la evidencia para decidir sobre asuntos públicos.
Otro ejemplo es la teoría de la probabilidad, que fue desarrollada por el matemático Blaise Pascal y el físico Pierre de Fermat para resolver problemas de juegos de azar. Luego esto se aplicó a otros campos como la economía, la estadística y varias disciplinas científicas.
La toma de decisiones racionales, es decir, basada en nuestra capacidad de pensar, entender y juzgar, asume que las personas elegimos la mejor opción entre las alternativas disponibles según sus preferencias y la información disponible. Esta teoría ha influido en la economía moderna, las organizaciones, las políticas públicas y en nuestra vida diaria.
Como puedes observar la información científica ha ayudado a las personas a tomar decisiones más informadas, eficientes y beneficiosas para sí mismas y para la sociedad. La información científica es el conjunto de datos, hechos y conocimientos que se obtienen mediante el estudio de la realidad y el uso del método científico.
La información científica se caracteriza por ser racional, objetiva, verificable, sistemática, precisa, predictiva y abierta. Se produce, recoge, organiza, interpreta, almacena, recupera, disemina, transforma y usa para diversos fines, como resolver problemas, ampliar el conocimiento, innovar y comunicar. Se puede presentar en diferentes formatos y medios, como artículos, libros, revistas, bases de datos, sitios web y en muchos otros sitios. Es información confiable, aunque no infalible en todos los casos.
Consumir información confiable, preferiblemente científica, puede tener muchos beneficios para nuestro día a día. Por ejemplo, puede ayudarnos a comprender las nuevas tecnologías, resolver problemas prácticos y tomar decisiones informadas, tanto de forma individual como colectiva.
También puede enriquecer nuestra comprensión del mundo y de nosotros mismos, e inspirarnos a buscar nuevos descubrimientos. Fomentar la colaboración y cooperación científica, lo que puede traer paz y progreso a la humanidad.
La información confiable, preferentemente científica, es un recurso valioso que debemos utilizar con prudencia y responsabilidad. Encontrar información confiable puede ser un desafío, pero existen algunas estrategias que pueden ser de ayuda. Aquí hay algunos ejemplos:
- Comprueba quién generó la información. Busca su identificación institucional, lee sobre su reputación y la afiliación. Asegúrate de que tengan conocimientos y experiencia en el campo sobre el que están escribiendo.
- Verifica varias fuentes, compara la información con otra que sepas que es confiables. Busca consistencia y acuerdo entre diferentes fuentes.
- Busca pruebas confiables: referencias y datos que respalden la información. Asegurate de que la evidencia sea relevante, precisa y actualizada.
- Busca la fecha de publicación o actualización. Asegúrate de que la información no esté desactualizada ni obsoleta, especialmente si el tema principal está en constante avance.
- Pon a prueba tu intuición, presta atención a cómo te siente acerca de la información. Si te da inseguridad, te genera duda o sospecha, investiga y verifica más. Hazlo incluso si te da miedo, puede estar mal contada o simplemente ser falsa.
Si haces esto, tendrás mayor posibilidad de encontrar información confiable y evitar la información errónea y la desinformación. También puedes escribirnos al correo pregonesdeciencia@uv.mx o escríbenos en los comentarios.
#InformaciónConCiencia
Una colaboración de la Dirección General de Investigaciones de la Universidad Veracruzana y Oliva Noticias Multimedios. Por una cultura científica común.
Dra. Gladis Yañez Garrido, DGI- UV.
Fuentes: